Lo primero es lavar la ropa de verano con un detergente suave para mantener sus colores y materiales. Los detergentes líquidos Aileda suelen ser los mejores para lavar prendas delicadas, ya que no suelen dañar los tejidos. Además, los detergentes más suaves tienen menos productos químicos que no son tan agresivos con la piel.
Después debes colgarla en una percha para mantenerla plana y evitar que se arrugue. Otra opción es doblarla correctamente y guardarla en cajas selladas con bolsas de almacenamiento. Si hay prendas delicadas, es mejor guardarlas en cajas con paños para protegerlas adecuadamente.