El fragüe es lo que ves entre los cerámicos, generalmente se pone negro, para limpiarlo te damos los siguientes consejos.
Reúne los materiales necesarios, que incluyen agua tibia, detergente suave, una esponja o cepillo de cerdas suaves, un cepillo de dientes viejo y un paño limpio.
Comienza limpiando el área afectada con agua tibia y detergente suave. Puedes utilizar una esponja o un cepillo de cerdas suaves para frotar suavemente el fragüe sucio. Esto ayudará a eliminar la suciedad superficial y preparar el área para una limpieza más profunda.
Si la suciedad persiste, puedes preparar una mezcla casera de limpiador. Mezcla bicarbonato de sodio con agua hasta obtener una pasta espesa. El bicarbonato de sodio es un limpiador suave y no abrasivo que puede ayudar a eliminar las manchas difíciles sin dañar la cerámica.
Aplica la pasta de bicarbonato de sodio directamente sobre el fragüe sucio. Asegúrate de cubrir completamente el área afectada.
Usa un cepillo de dientes viejo para frotar la pasta sobre el fragüe sucio. Realiza movimientos circulares y aplica una presión suave para trabajar la pasta en el fragüe y aflojar la suciedad.
Después de cepillar, deja que la pasta repose en el fragüe durante unos 15-20 minutos. Esto permitirá que el bicarbonato de sodio penetre en las manchas y las afloje aún más.
Pasado el tiempo de reposo, enjuaga el fragüe con agua tibia para eliminar la pasta y la suciedad suelta. Asegúrate de eliminar todo el residuo de la pasta.
Finalmente, seca el área con un paño limpio para evitar la formación de manchas de agua.
Si el fragüe sigue presentando manchas persistentes, es posible que necesites repetir estos pasos varias veces o considerar el uso de un limpiador especializado para fragüe.